Visitó el pasado domingo el parque de Los Chaguaramos por primera vez en seis temporadas y reconoció haber tenido sentimientos agradables al pisar el terreno que vio brillar a miembros de su familia.
En realidad tenía seis años que no viajaba con el equipo (Cardenales de Lara), pero era porque no me invitaban. Ustedes (los periodistas) saben que no soy un asomado y que no me gusta molestar, comentó entre sonrisas y risas el coach de los pájaros rojos luego de realizar una caminata por el campo de la Ciudad Universitaria.
Para esta serie el manager, Pedro Grifol, junto a los otros técnicos, como José Castro y Oscar Escobar, me pidieron que les acompañara en este viaje y lo hice. Como dicen, donde manda capitán no manda marinero y acepté venir. Debo decir que me sentí como un novato cuando me monté en el autobus. Cuando llegué al José Bernardo Pérez (el sábado) se me erizaron los pelos de tantos recuerdos que vinieron a mi mente. Lo mismo me pasó cuando llegué a Caracas y entré al estadio. Todo me parecía un sueño, añadió Carrasquel.
Todavía estoy en forma. Le dí tres vueltas caminando al estadio, bromeó el caraqueño. Cuando terminé me fui al campocorto y estuve recordando las veces que vi a Alfonso (Chico Carrasquel) allí hacer su magia. ¡Qué momentos tan inolvidables! Fue muy bonito la verdad, exclamó el primer manager campeón de Cardenales en la campaña 1990-1991, mientras empezaba a analizar las diferencias que ha visto en la pelota en los últimos años.
Sinceramente hoy en día tenemos talento en cantidad y calidad. Debo felicitar a la liga y a los gerentes de cada uno de los equipos por lo mucho que ha mejorado el beisbol. Eso lo veo no sólo por los peloteros que tenemos cada juego en el terreno, sino por la presencia de los fanáticos en los estadios. Es imposible que alguien diga que el año pasado vinieron 10 fanáticos y en este ocho; más bien la proporción es que si vinieron 10 el año pasado en este vimos 15, dijo. La razón de este crecimiento se debe a la seriedad del espectáculo. Afortunadamente no ha habido hechos que lamentar. Como liga hemos mejorado mucho. Sé que no todo es perfecto, pero sí hay que alabar el progreso.
Carrasquel, por otro lado, comentó que esas palabras las hace por lo que siente por el juego. El beisbol me lo ha dado todo y yo no le he dado nada. Por eso soy tan agradecido. Al beisbol hay que respetarlo, hay que quererlo y amarlo. Quien le falta el respeto al beisbol, éste lo castiga de alguna manera. Creo que ese en mi mayor aprendizaje y lo que trato de enseñarle a las nuevas generaciones.
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