Conseguir una Serie Mundial no es suficiente para Oswaldo Guillén. El título, tras 31 años, para Tiburones de La Guaira es el objetivo, más que profesional, personal.

“Es difícil, porque el equipo me duele. Si viniera por el dinero, sería perfecto. Me he gozado los viajes, los hoteles y las ciudades, estoy ciento por ciento satisfecho. Sabía, al venir, que iba a ser difícil, porque no conocía a los peloteros. Pero es que todavía no los conozco; todas las semanas me traen a alguien nuevo", dijo el piloto de Tiburones al periodista Ignacio Serrano en declaraciones para de LasMayores.com.

Y es que a Guillén le ha tocado padecer los males de la pelota criolla. Peloteros van y vienen por distintos factores, además el torneo se resume a unos escasos tres meses y algo más. "Así son las cosas aquí", dice el prestigioso mánager. “Aquí es más complicado, tienes un equipo nuevo todas las semanas, un cuarto bate que no conoces, peloteros diferentes. Eso es lo difícil en este béisbol. No importan los importados que traigas, los venezolanos son los que te van a meter en la pelea. Pero antes te jugaban los cuatro meses; ahora tienen que irse. No los critico, pero es así".

“Ozzie”, con 21 años, vivió como jugador el último campeonato de los Tiburones de La Guaira, lo celebró y fue participe en los siete encuentros de la final ante Leones del Caracas, bajo las directrices del manager José Martínez. Hoy, con 52 años, revivir aquel momento es su meta más anhelada.

"Puedo escribir un libro sobre esta experiencia. Y uno muy bueno. Al principio, me preocupaba por la situación que vive el país. Pero me ha ido bien. Eso sí, ha sido mucho estrés. Soy un tipo apasionado y me estreso mucho, porque quiero ganar”, precisó Guillén y finalmente admitió: “Ser manager acá es más difícil que allá. Quiero regresar”.