HOUSTON - Para los de afuera, Carlos Zambrano parece ser una estrella combustible que parece estar decidido a sabotear su propia carrera.

"Lo que ven desde afuera no tiene nada que ver con cómo es de verdad", dijo el compañero del venezolano en los Marlins, Giancarlo Stanton.

¿Cómo así?

"Es callado", afirmó Stanton. "Es un gran tipo."

En otra parte del clubhouse de los Marlins, hay un punto de vista bien similar.

"Desde que llegó aquí, se ha portado de una manera buenísima, en todos los sentidos", expresó el receptor de Miami, John Buck. "Es uno de los favoritos alrededor del clubhouse."

Claro, Zambrano sigue exhibiendo mucha energía y muchos nervios en el montículo. Eso probablemente no cambie nunca."

"Es otro ser humano dentro del terreno", afirmó Stanton. "Se pone bien inquieto. Es muy emotivo y juega duro. En el pasado eso se le fue de las manos."

El manager de los Marlins, el venezolano Ozzie Guillén, no teme a ese Zambrano. De hecho, le da la bienvenida.

"Me gusta verlo así cuando está en el terreno", manifestó Guillén. "No quiero que Carlos sea agradable. Quiero que Carlos sea un bravucón con pasión por el juego. Hay una diferencia entre estar loco y tenerle pasión al juego."

Desde el principio del experimento que trabajo a Zambrano a los Marlins, Guillén estuvo confiado en poder crearle un ambiente acogedor a su compatriota.

"No me importa que te enojes", expresó el capataz. "No me importa que te vuelvas loco ahí. Pero tienes que respetar a tus compañeros y tienes que respetar a su club. Se ha llevado muy bien con los jugadores. El motivo por el que me arriesgué con Carlos es porque lo conozco muy bien. Lo conozco fuera del terreno."

Ahora bien, si pensabas que se había ido para siempre el Carlos Zambrano que una vez fue uno de los mejores lanzadores de la Liga Nacional, estás equivocado.

"Era tiempo de que Carlos se fuera de Chicago", afirmó Guillén. "Fue bueno para él comenzar de nuevo con otro equipo. Fue bueno para (los Cachorros) también. Ellos estaban cansados de ver lo de él. A veces el cambio ayuda a la gente."

Zambrano realizó su mejor apertura de la temporada el lunes, una blanqueada de tres hits propinada a los Astros. La victoria del venezolano ayudó a Miami a poner en siete su racha de triunfos consecutivos.

Casi desde el principio, Zambrano se ha visto muy bien. Ha permitido más de tres carreras una sola vez y en cuatro ocasiones ha concedido una o cero anotación. Ahora lleva una brillante efectividad de 1.98.

En cuanto a su récord personal, el derecho ha caído víctima de un slump colectivo del equipo al principio de la temporada, además de un bullpen que dejó escapar tres ventajas en los innings finales.
 

El lunes Zambrano, con marca de 1-2, necesitó de sólo 110 pitcheos para tirar su primer juego completo desde el 2009. Y gracias a cuatro doble-matanzas, se enfrentó a apenas dos bateadores por encima del mínimo (29). En ningún momento tuvo Houston un corredor en posición de anotar.

Después del partido, un Zambrano conmovido habló de cómo su última temporada con los Cachorros afectó su vida y cómo es diferente ahora como hombre.

Todos recordamos lo de agosto pasado, cuando Chicago envió al venezolano a su casa luego de éste vaciar su casillero al lanzar un mal juego. En vez de tenerlo de regreso, los Cachorros están pagando aproximadamente US$16.5 millones de su salario de US$19 millones para esta campaña. Zambrano afirmó que experimentó una revelación religiosa durante un viaje a Venezuela.

"Me cambió la vida", dijo. "No sé si la gente cree en eso. Me crié yendo a la iglesia. Por algún motivo, hace como tres o cuatro años dejé de ir a la iglesia y dejé de leer la Biblia. Las cosas se me fueron de la mano. Dios me salvó la vida."

De todos los movimientos hechos por los Marlins en el invierno-la llegada de Guillén, las firmas de José Reyes, Mark Buerhle y Heath Bell-fue la disposición de arriesgarse con Zambrano que fue el más interesante.

La idea era que si el equipo podía mantener bajo control las emociones de Zambrano, existía la posibilidad de que el venezolano ayudara a convertir una buena rotación en un cuerpo de abridores brillante. Aun con un Josh Johnson tambaleante, dicha rotación se ha visto brillante durante la racha de siete victorias al hilo.

"La bola está rebotando a nuestro favor", dijo Guillén. "Todos estos juegos pudieron haberse terminado a favor del contrario. Pero parece que todo está de nuestro lado. Todo se trata de pitcheo."