Biomecanica del Lanzamiento del Beisbol, para evitar lesiones


 

En el béisbol de grandes ligas, no sólo 3 "strikes" o la expulsión del árbitro sacan del campo de juego al jugador. Un estudio reciente encontró que 1 de cada 4 jugadores sufre una lesión músculo-esquelética, lo suficientemente importante para exigir una recuperación que implique la perdida de al menos 10 partidos de la temporada. Este hecho afecta no solo el rendimiento deportivo del jugador y del equipo sino también el rendimiento económico.

 

En el béisbol debido a las exigencias del entrenamiento y el stress de la competencia se presentan muchas lesiones y en el año 2008 en estados unidos 108.300 niños de entre 5 y 14 años de edad recibieron tratamiento en las salas de emergencia de distintos hospitales por lesiones relacionadas con el béisbol. Además, el béisbol es el deporte que tiene la tasa de fatalidad más alta para niños de 5 a 14 años, con un saldo de cuatro muertes infantiles ocasionadas por el béisbol cada año.

 

En el beisbolista encontramos lesiones musculares, tendinosas, fracturas, contusiones y ampollas en las manos, tórax, hombros, codos y rodillas, pero de todas ellas las más relevantes son las del hombro y el codo en los lanzadores. "Lanzar una pelota de béisbol es una de las maniobras más rápidas y violentas a las que se puede someter a una articulación del cuerpo. El movimiento violento y rápido pone en riesgo a varias estructuras del hombro", advirtió la doctora Shane Seroyer, especialista en medicina del deporte de la universidad de Michigan.

 

Dentro de los cuatro fundamentos básicos del béisbol, el lanzar es el gesto técnico que más nos expone a sufrir una lesión. Tirar una bola de béisbol es un movimiento poco natural, que expone los huesos, músculos, tendones y ligamentos a torsiones y estiramientos a altas velocidades y agudos ángulos. Una de las responsabilidades del profesional de la salud y las ciencias del deporte es conocer el funcionamiento del cuerpo humano y en este caso específico, el brazo de lanzar.

 

Las exigencias físicas de los atletas del deporte profesional del béisbol son muy altas, ya que éstos son sometidos no sólo a largos viajes, sino que disputan un gran número de partidos. Por ejemplo en el campeonato anual de grandes ligas, cada equipo realiza 162 partidos, prácticamente de manera consecutiva. Por consiguiente se necesita de una buena preparación física y técnica para poder ser exitoso, tanto en el ámbito físico como por la presión psicológica propia que genera el deporte profesional.

 

Dentro de ese contexto deportivo tenemos al lanzador de béisbol, un atleta sobre el que recae una gran responsabilidad a la hora de evaluar el éxito o fracaso en un partido. Podemos plantearnos la importancia del equilibrio en el control y la velocidad del lanzamiento de béisbol, como un aspecto muy importante en la ejecución técnica correcta del lanzador; pero también un equilibrio adecuado tiene beneficios adicionales como el de prevenir lesiones. Sabick, et al. (2005) demuestran que la buena realización de los movimientos del lanzador de béisbol tiene grandes beneficios biomecánicos.

 

Un lanzador de béisbol, puede ejecutar más de 100 lanzamientos en un mismo partido, todos a un máximo de intensidad y donde su ejecución debe ser lo más fluida posible para poder soportar el trabajo físico, técnico y mental de un partido. Lanzar en el béisbol implica gran estrés en la extremidad superior, particularmente los grandes esfuerzos y torques que generan los lanzamientos implican una alta exigencia al hombro. Este estrés lleva a microtraumas en los tejidos blandos que rodean el hombro, de igual manera, los lanzamientos consecutivos pueden resultar en lesiones por sobreesfuerzo y es frecuente observar que pitchers muy jóvenes (menores de 21 o 22 años) hayan sufrido una operación de hombro o codo, puesto que los lanzamientos hacia el home en un partido se realizan al 100% de intensidad.

 

El lanzamiento se efectúa desde un montículo de 50.8 cm de alto y a una distancia del objetivo de 18,43 metros, y desde un punto fijo que es un rectángulo de 62 cm de largo por unos 15 cm de ancho, que está hecho de un material sintético. El reglamento establece que el lanzador debe estar haciendo contacto con este rectángulo, caja o box, desde el mismo momento que está tomando las señas del receptor hasta que libere la pelota hacia el home plate (F.V.B.A, 2007).

 

Biomecánica del Lanzador.


Existen muchos tipos de lanzamientos que puede ejecutar un pitcher, este enfoque se centrará en un tipo de lanzamiento que es de mayor frecuencia de uso en los partidos: recta por encima del brazo. Concretamente analizaremos los lanzamientos donde el lanzador esta de frente al bateador sin corredores en las bases.

 

La mayoría de los autores explican la técnica para lanzar la pelota en 6 pasos:


1. Windup.
2. Early cocking (stride).
3. Late cocking.
4. Acceleration.
5. Desaceleration.
6. Follow through.

 

El mecanismo del movimiento del picheo puede describirse como un sistema de enlaces anatómicos (cadenas cinéticas) que inician con el pie adelantado, prosiguiendo hacia las caderas y el tronco y finalmente llegando hasta el brazo ejecutor. Este complejo acto de pichear involucra la activación secuencial de todo el cuerpo.

 

Cuando un segmento del cuerpo (por ejemplo el tronco) experimenta una aceleración el subsiguiente segmento (por ejemplo el brazo) es físicamente dejado atrás. Cuando el tronco comienza a desacelerar, el brazo adquiere la velocidad del tronco por el principio de transferencia de momentos angulares. Entonces a medida que, las fuerzas que actúan en el brazo son aplicadas, el brazo acelera a una velocidad aun mayor. Finalmente, el movimiento adquirido por el brazo ejecutor a través de este mecanismo genera momentos de rotación que aplican fuerza a la pelota, por lo cual, el complejo acto de pichear involucra la activación secuencial de todo el cuerpo (González, 2009).

 

Fase 1: Windup: La pierna de ataque se lleva con suavidad hacia delante pasando al lado de la pierna pívot, que es donde descansara el peso del cuerpo en esta fase, la pierna de ataque se flexionara lo más alto posible elevando la energía potencial para iniciar el lanzamiento hacia el home, transfiriendo esta energía al brazo de lanzar al estar el cuerpo de lado al home y para reducir el momento de inercia de la pierna de ataque. El lanzador presenta los brazos flexionados sosteniendo la pelota con la mano de lanzar dentro del guante. Todas estas acciones coordinadas contribuyen a mejorar la velocidad de la recta (Dun et al. 2008).

 

Fase 2. Early Cocking: Cuando el lanzador pasa del windup a realizar el lanzamiento hacia el home, saca la pelota del guante y comienza un movimiento de abducción, extensión y rotación interna del hombro ejecutor, al mismo tiempo que flexiona la rodilla pívot, buscando fuerza y estabilidad (al flexionar la rodilla pívot, acerca el centro de gravedad al piso, aminora el momento de inercia de la pierna pívot buscando mayor explosividad).

 

Fase 3. Late Cocking: Durante esta fase comienza el movimiento con una gran rotación externa del hombro, así el tronco del lanzador que sigue su rotación hacia el home, lleva hacia delante el hombro que pasa de una rotación interna a una rotación externa en un movimiento sumamente
rápido y de mucha intensidad tratando de aprovechar la extensión que tomó el brazo en su ascenso. Esto se realiza buscando mayor recorrido para acelerar la pelota y mantener el brazo alejado del tronco en abducción. El máximo grado de rotación externa del hombro le dará al lanzador un gran recorrido de la pelota, hasta finalmente liberarla (Park et al. 2003).

 

Fase 4. La aceleración: La aceleración es descrita como unos de los movimientos más rápidos observados en cualquier disciplina deportiva. Se trata de imprimir una gran velocidad a un objeto tan liviano como la pelota de béisbol (142 gr). Esta fase es por tanto la parte más explosiva del lanzamiento de béisbol. Se acelera la pelota de una posición casi estacionaria hasta 95 millas por hora más o menos y a un tiempo que puede variar desde los 45 ms y 58ms entre los lanzadores de alto nivel deportivo.

 

Desde una posición externa máxima de 175 grados el hombro gira internamente de 90 grados a 100 grados de rotación interna. Al soltar la pelota el hombro está en una posición de 90 grados a 100 grados de abducción, la acción del hombro está determinada más por la flexión lateral del tronco que por la abducción del hombro. Para este instante la pierna pívot ha dejado atrás la caja de lanzamiento y se produce la liberación de la pelota como ya lo explicamos anteriormente; el momento de hacer contacto el pie de apoyo con el piso y de liberación de la pelota es casi simultáneo.

 

Fase 5. Desaceleración: Al soltar la pelota a la máxima velocidad posible y con la mayor posición de estabilidad en el gesto. El cuerpo esta flexionado hacia delante e inmediatamente comienza un proceso de desaceleración del brazo disipando el exceso de energía cinética que no se transfiere a la pelota minimizando el riesgo de lesiones. Esta etapa se produce en los próximos 50 ms que siguen al momento de soltar la pelota y es generada por la musculatura de la parte posterior del hombro. Él hombro continua su rotación interna mientras el codo se mantiene extendido. Después de soltar la pelota el brazo se abduce rápidamente alrededor del hombro en una posición de 110 grados aproximadamente, la etapa de desaceleración termina cuando el brazo logra una posición de 0 grados de rotación interna (Pappas et al. 1985).

 

En este momento tanto el pie de apoyo como el pie pívot están en un plano frontal con respecto al bateador y en una posición general de alerta para cualquier posible jugada que se presente en el partido y exija una acción extra del lanzador; esta posición se tomara siempre y cuando la acción del lanzamiento haya sido la correcta o en buen balance (Dillman et al. 1993).

 

Fase 6. Follow Through: El lanzador luego de efectuar su lanzamiento debe estar en una posición general de alerta y seguir visualmente la trayectoria de la pelota para cualquier posible jugada que se presente en el partido (Dillman et al. 1993).

 

Para finalizar expondremos algunos aspectos interesantes respecto a los músculos involucrados en el acto de lanzar una bola de beisbol.

 

Hay principalmente dos grupos de músculos que intervienen en el lanzamiento:


• Aceleradores: Son los músculos que llevan el brazo hacia delante hasta el punto de soltar.
• Desaceleradores: Son los músculos que absorben el impulso después de que se ha soltado la bola.

 

Principales músculos aceleradores:


o Pectoral mayor y menor
o Deltoides anterior (frente del hombro)
o Tríceps (inverso superior del brazo)

Estos músculos trabajan en conjunto con el manguito rotador, llevan la bola desde una posición total de extensión trasera (detrás) del cuerpo a un punto total de extensión arriba y adelante del cuerpo (punto de soltar)

 

Principales músculos desaceleradores:


o Deltoides posterior (inverso del hombro)
o Bíceps (frente superior del brazo).
o Trapecio (mayor músculo posterior).
o Manguito rotador.

 

Estos músculos trabajan en conjunto para aminorar la descarga del brazo después del lanzamiento y cuidar el brazo del desprendimiento de la articulación del hombro.

 

La importancia de estos radica en que:


• Estudios revelan que 2/3 partes de las lesiones ocurren durante la fase de desaceleración.
• Se entrenan normalmente los aceleradores más que los desaceleradores causando un desequilibrio de fuerza a favor de los aceleradores.
• El cuerpo tiene un sistema de protección que trata de balancear la acción del grupo de músculos para evitar lesiones.
• El entrenamiento de fuerza con poco criterio descompone el sistema natural preventivo del cuerpo haciendo un grupo de músculos más fuerte que el contrario.
• Durante el lanzamiento de una bola de béisbol, el cuerpo trata de prevenir que los aceleradores ganen más fuerza de la que los desaceleradores pueden manejar.
• La importancia de unos músculos desaceleradores fuertes es que el cuerpo permite a los aceleradores producir más fuerza, lo cual se traduce en lanzamientos a mayor velocidad.


• Para aumentar la velocidad necesitas:


1- Aumentar la fuerza en cada una de las 3 partes de la cadena; piernas, tronco y brazos-hombros.
2- Mejorar la mecánica de lanzar. Se lanza tan fuerte como tu mecánica lo permita.


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