Domingo Carrasquel, Primer Campeonato del Cardenales de Lara



  Un hombre dedicado al béisbol, bajo sus responsabilidades y dirección han pasado cualquier cantidad de jugadores y lanzadores y sobre sus hombros se edificó el primer título de los Cardenales de Lara, aquel martes 29 de enero de 1991 con el triunfo sobre Leones del Caracas 1 carrera por 0 en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez.

 

Carrasquel se enfrentó al estadounidense Phil Regan quien venía de derrotar a los pájaros rojos el año anterior. El Buitre comenzaba a escribir su historia en la pelota criolla y se medía por segundo año corrido a los crepusculares. Una final que se decidió en seis juegos con un grupo de peloteros criollos e importados que lo dieron todo en el terreno. En ese entonces comenzaba la dinastía Luis Sojo, Giovanni Carrara y Robert Pérez, este último, hoy todavía con la organización. Jugamos el domingo con Caracas y perdimos.

Señor Domingo, ¿cómo esta usted? Mejor que ayer. Mañana no se cómo voy a estar porque eso es cuestión del Señor pero hoy si me preguntan cómo estoy, yo siempre diré mejor que ayer, humildemente, gracias a Dios?.

 

Ese día tuve una discusión fuerte con el umpire por muchas cosas, recordó. Regresamos a Barquisimeto, día lunes era libre, jugamos el día martes 29. El ambiente del equipo era bueno. Cuando jugamos el domingo, yo me exalté bastante por las decisiones de los umpires, pero los jugadores me decían: tranquilo Domingo que ellos van a caer, tranquilo que le vamos a ganar. El día lunes (28 de enero de 1991) Carrasquel ordenó una pequeña práctica de bateo con los jugadores. Teníamos un ambiente muy bueno, muy positivo y el martes desde que yo salí de la casa la gente me decía: Carrasquel hoy vamos a ser campeones, Domingo vamos a ganar este campeonato. Más que un compromiso de estrategia, era un compromiso con todos, afirmó. Los jugadores tenían que estar a las 4 de la tarde en la línea de cal del jardín derecho pero a las 12 del mediodía todos estaban listos dentro del club house. Ya se respiraba un ambiente de compromiso, de deseos de ganar el partido. Estrategia Yo tenía mi estrategia desde el día anterior. La noche anterior yo hice como cinco line up y Willie Banks era el pitcher abridor en todos. Llegué al estadio a las 9 de la mañana, yo tenía el line up hecho con Willie Banks como abridor.

 

Cuando llegó Juan Escobar (coach) yo le dije que estaba listo el line up pero me respondió: todavía es muy temprano jefe, pero le dije que lo pusiera de una vez. Si alguien se enferma desde ahora hasta la noche hay chance de hacer alguna modificación, destacó el primer estratega campeón de los pájaros rojos. El estadio se llenó desde tempranas horas de la tarde, era el gran día. Una confrontación entre los estelares Urbano Lugo (Caracas) y Willie Banks, un cotejo con mucha presión para ambos equipos y arrancó el juego. El jovencito Omar Vizquel se ponchó pero llegó a primera por wild pitch y después se estafó la segunda almohadilla. Hicimos una jugada que muchos no tomaron en cuenta pero fue un jugada sensacional (primer inning). Vizquel (Omar) estaba en segunda, Chávez (Pedro José) tocó la bola por primera y vino Asdrúbal Estrada y tomó la bola, lo menos que yo iba a pensar es que Asdrúbal iba a lanzar a tercera, hizo un tirazo a tercera base y el umpire lo cantó out. Infante (Alexis) se embraguetó con la jugada y el umpire lo cantó out, recordó. Todo indicaba que el juego terminaría cerrado por la calidad de los lanzadores abridores. La jugada del out en tercera base resultó crucial, fue la única vez en el encuentro que Caracas pudo haber tenido corredor en tercera base. Mira César (Tovar) esa es la jugada y él me dijo, pero apenas está comenzando el juego, y le respondí: Sí, pero si ese hombre llega a tercera hubiese sido muy diferente el inning. Sacamos el cero y luego vinimos nosotros, apuntó. Infante (Alexis) fue out, Sojo (Luis) fue out pero Bell (Derek) metió un flaicito, un bloopers por detrás de primera, vino la seña bateo y corrido y Whiten (Mark) bateó un triple para traer la primera carrera.

 

El partido siguió con ceros por todos lados y llegó la hora de tomar decisiones. De acuerdo con lo programado por Domingo Carrasquel, el abridor Willie Banks lanzaría 6 entradas, Rob Wishnevski iba para el séptimo mientras que Mike Timlin estaba listo para tirar los dos últimos capítulos. El juego no era fácil. Yo tenía programado a Willie Banks para seis innings, no quería salir del juego. Me dijo: No papá no me saques que yo quiero terminar este juego, yo lanzo completo y aquí es cuando hay que amarrarse los pantalones, lo saqué y traje a Wishnevski para el séptimo, aclaró. Wishnevski sacó el séptimo y solamente hizo 8 lanzamientos, en ese instante sus técnicos le aconsejaron que lo dejara pero trajo a Mike Timlin en el octavo. Timlin quería hasta abrir el juego, tenía hambre de ganar. Lo que pasa es que si yo modifico algo que es tan crucial, yo no hubiese dormido hasta el sol de hoy si le hubiesen hecho dos carreras a Wishnevski. Si pierdo, que pierda con mi conciencia de que hice lo que yo había planificado, señaló. Último episodio El cierre del noveno y todos listos para celebrar. El cerrador Mike Timlin hizo su trabajo junto al resto de los jugadores y Cardenales fue campeón. Primero que nada, Timlin puso en 3-0 a Greg Briley y Escobar hizo una gran jugada por el medio del campo. José Escobar jugó esa noche un short stop súper. Infante, Escobar, Sojo y Estrada jugaron excelente, fueron una pared, aseveró. Cuando sale el rolling (último out), yo agarré ese rolling, tu agarraste ese rolling, todos en el estadio agarraron ese rolling, todos tiraron a primera y todos tomaron ese tiro en la inicial. Ese pelotero fue Azócar (Oscar), el bateador del último out de ese juego, quedó 1-0. Y a nadie se le va a olvidar eso.

 

El primer título cardenalero fue festejado por muchos días, el estadio estuvo abierto hasta la madrugada, los aficionados no querían abandonar el parque, querían celebrar junto a sus jugadores un instante soñado por mucho tiempo que ese martes 29 de enero de 1991 se hizo realidad. Ese día 29, era otro ambiente. Veníamos de una temporada anterior donde habíamos perdido por los errores que a veces se cometen en el juego, pero yo sabía que podíamos ganar. No era que ellos fueron superiores, sino que nosotros no habíamos jugado bien, dijo y además recordó lo que les notificó la noche que fueron derrotados en la 1990-91. Miren señores no perdimos, sabemos que podemos ganar, ya ellos saben que nosotros podemos ganar y ojalá que el próximo año la final sea contra el Caracas, no es que yo le tenga rencor al Caracas, el pelotero le queda algo cuando pierde contra un equipo. Yo caí vencido por un error, por mal corrido de las bases, pero no por superioridad. Pensamientos  Ahora los peloteros lo que están es pendientes de los viáticos, como si fuesen unos muertos de hambre. El pelotero tiene que administrarse, prepararse desde su casa, pensar en que puede tocar la bola, en batear para el right field. El pitcher tiene que venir y pensar en lanzar recta, curvas. El pelotero tiene que aceptar las críticas, el mánager tiene que aceptar las críticas, yo aceptó críticas hasta de mis hijos. Escuchando, se aprende. Cuatro ojos ven más que dos. Hay que cambiar las estrategias. Si tú eres el mánager del equipo contrario y estás esperando el toque de bola, tú no puedes tocar la bola, tiene que mandar el bateo y corrido, hacer la bicicleta.


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